martes, 12 de junio de 2012



San Patricio: la iglesia de la masacre



A juzgar por el aire apacible y angelical que envuelve a la bella Iglesia de San Patricio, en el barrio de Belgrano, a nadie se le ocurriría sospechar que allí tuvo lugar uno de los más aberrantes crímenes de la última dictadura militar.  La  madrugada del 4 de julio de 1976, un comando militar quebró la calma del templo y acribilló a sangre fría a los cinco religiosos que dormían en el lugar. Habían pagado por encarnar el ala más progresista y popular de una Iglesia cómplice del gobierno de facto.


Un periodista, el único condenado por el caso 

La causa judicial fue clausurada dos veces en forma provisional y las leyes de punto final y obediencia debida, sancionadas durante el gobierno de Raúl Alfonsín, y los indultos decretados por Carlos Menem también contribuyeron para que la investigación quedara interrumpida y sin indicios de que pueda ser reactivada. Los asesinos e instigadores nunca fueron castigados, sólo el periodista Eduardo Kimel sufrió una condena por esta causa y, justamente, por denunciar la condescendencia de los jueces. Kimel estuvo un año preso y debió pagar una copiosa indemnización. Cuando finalmente lo sobreseyeron, ya había muerto hacía casi dos años.

No hay comentarios:

Publicar un comentario