sábado, 14 de julio de 2012

martes, 12 de junio de 2012



San Patricio: la iglesia de la masacre



A juzgar por el aire apacible y angelical que envuelve a la bella Iglesia de San Patricio, en el barrio de Belgrano, a nadie se le ocurriría sospechar que allí tuvo lugar uno de los más aberrantes crímenes de la última dictadura militar.  La  madrugada del 4 de julio de 1976, un comando militar quebró la calma del templo y acribilló a sangre fría a los cinco religiosos que dormían en el lugar. Habían pagado por encarnar el ala más progresista y popular de una Iglesia cómplice del gobierno de facto.


Un periodista, el único condenado por el caso 

La causa judicial fue clausurada dos veces en forma provisional y las leyes de punto final y obediencia debida, sancionadas durante el gobierno de Raúl Alfonsín, y los indultos decretados por Carlos Menem también contribuyeron para que la investigación quedara interrumpida y sin indicios de que pueda ser reactivada. Los asesinos e instigadores nunca fueron castigados, sólo el periodista Eduardo Kimel sufrió una condena por esta causa y, justamente, por denunciar la condescendencia de los jueces. Kimel estuvo un año preso y debió pagar una copiosa indemnización. Cuando finalmente lo sobreseyeron, ya había muerto hacía casi dos años.

martes, 24 de abril de 2012

La historia entre los libros




Avenida Carlos Calvo, entre Muñiz y Avenida La Plata:  hay una fiambrería, una verdulería, una biblioteca, un restaurante chino... “¿Biblioteca? Hace 30 años que vivo acá y recién me doy cuenta de que esto es una biblioteca”, dicen algunos de los vecinos. Historias que se ocultan ante la mirada desatenta del ciudadano que no repara en aquellos lugares únicos que siempre se ven, pero pocas veces se miran.

La Biblioteca Municipal Miguel Cané es uno de esos casos. Sus puertas están abiertas desde el 11 de noviembre de 1927, cuando fue inaugurada por una designación de la Municipalidad de Buenos Aires. “Es una biblioteca muy importante. De tamaño medio en cuanto a volúmenes y con muchos años de historia. Incluso fue la primera en la que hubo libros en braile. Hoy ya no tenemos esos tomos. ¿Qué pasó? La desidia”, afirma Miguel Rivas, uno de los bibliotecarios referencistas.

Conocida mundialmente por haber sido el primer lugar en el que Jorge Luis Borges se empleó de manera efectiva entre 1938 y 1946, la Cané recibe visitas periódicas de extranjeros que quieren conocer el lugar donde trabajó el mundialmente reconocido escritor.

Para este fin se decidió armar una pequeña sala simbólica en la que están dispuestas una máquina de escribir, un escritorio y algunas de las obras más conocidas de autor, como La Biblioteca de Babel. “La gente no entiende que acá se trabaja en todo el salón, ellos esperan encontrarse con un lugar puntual en el que se sentaba y escribía Borges. Fue por eso que armamos ese lugar, pero un bibliotecario no está siempre en un mismo escritorio. Lo gracioso es que hay muchos que tocan la mesa, respiran profundo y dicen: ‘Se siente su presencia –la de Borges-’, yo me como las carcajadas y les digo que sí”, cuenta Miguel.

Pero la historia de la Biblioteca de Carlos Calvo no termina ahí. Muchos escritores mundialmente destacados la visitaron varias veces y son recordados en las paredes del lugar. En 2008, recibió la visita del mexicano Juan Villoro, del peruano M.Vargas Llosa (quien fue declarado visitante ilustre), y del chileno Jorge Edwards, entre otros.

La mayoría de ellos llegó al lugar atraído por la historia de Borges. Sin embargo, la opinión de Rivas en relación al escritor no es de lo más amigable: “ La verdad es que me tienen cansado con Borges. Fue un gran escritor, no hay dudas, pero hay que separar al escritor de la persona. Como ser humano, había cosas que me molestaban mucho: su soberbia, por ejemplo”, dispara. Lo que más le molesta al referencista es la forma en la que Borges concebía al trabajador público: como a "una clase de personas que se la pasaban hablando de mujeres y fútbol", cuenta.

Y es que es realidad, la importancia de la biblioteca no radica únicamente en quienes trabajaron en ella, sino en el hecho de que aún hoy, luego de 85 años, sigue trabajando con la misma dedicación que siempre, pese a los avances de la tecnología, que le quitaron gran parte de su terreno como fuente de información. “La concurrencia mermó bastante de la mano de internet. Los más chicos ya no vienen acá. Las cosas que les piden en el colegio las consiguen en Internet. Sin embargo, en los adultos aún persiste el rito de la lectura, por suerte”, finaliza Miguel, expresando su deseo de que ese rito nunca pierda vigencia, y de que la biblioteca vuelva a sus años de esplendor.



















Intentan restaurar y reabrir la Confitería del Molino



La confitería es considerada por la UNESCO como
un patrimonio "Art Noveau Internacional"

Roy Cortina y Margarita Ferra De Bartol, presidente y vicepresidenta de la Comisión de Cultura Argentina, enviaron a la Cámara de Diputados un proyecto de ley para expropiar el edificio ubicado en la esquina porteña de Callao y Rivadavia. El objetivo es  “crear un espacio de promoción cultural y de realización de actividades educativas y artísticas”.

Según explica Cortina y Ferra De Bartol en el proyecto de ley, la Confitería del Molino será restaurada sin dañar el estilo de su fachada, ni tampoco sus ornamentos y decoraciones originales. Además aseguran que en el edificio se elaborarán productos de pastelería, panadería y heladería que se realizaban  antes del cierre en 1997. 

“La nueva propuesta política nos alegra. Actualmente hay cuatro proyectos de ley a nivel Nacional para que se expropie”, explica con esperanza Paula Acunzo, presidenta de la agrupación Para que se restaure la confitería del Molino”.

Acunzo, quien dirige el movimiento hace dos años y medio, agrega: “Lentamente, empezamos a encontrar respuestas. El diputado Juan Carlos Dante Gullo, la diputada Maria José Lubertino y un montón más de gente acercó su ayuda. Pero todo es lento porque la integridad nacional de nuestro país está olvidada”.

La confitería, que había sido fundada en 1905, quemada durante el golpe de Estado de 1930 y cerrada en 1997
, pertenece a Nietos de Cayetano Brenna SA, descendientes de los primeros dueños del edificio. “Pedimos por la expropiación y la restauración de la confitería porque vemos que existe por parte de sus dueños una total indiferencia por recuperar, conservar y mantener este patrimonio que nos pertenece a todos”, cuenta Acunzo. 

En 2009, la confitería pasó a formar parte del área de Protección Histórica Callao por tener “un alto valor arquitectónico, urbanístico, paisajístico e histórico y requerir para su preservación y desarrollo un ordenamiento global inclusivo". 

En 2010, la fachada de la Confitería fue protegida por hierros y maderas para prevenir un posible derrumbe. "Ese edificio se cae a pedazos. Tiene vigas de hormigón que se están pudriendo de a poco y las maderas que decoraban las paredes están también todas podridas. El edificio es un juntadero de ratones. A mí me gusta decir que es pura vanidad", cuenta el guardia delMolino, un hombre viejo y malhumorado que no quiere decir su nombre. 

Pese a las decenas de proyectos políticos que aparecieron en los últimos diez años y pese a haber sido declarada Monumento Histórico Nacional, la Confitería permanece casi sin arreglos desde su cierre en 1997. El molino ,donde la mismísima Madonna filmó un videoclip y José María Contursi se inspiró para crear el tango Grisel, parece cada vez más solitario y triste sin la ayuda de ningún hombre que lo restaure y defienda de los vientos que cada día amenazan con derribarlo.  





 








El guardián del Molino







Un hombre con mameluco manchado se encarga de cuidar que nadie entre o salga por la entrada principal de la Confitería del Molino. No quiere dar su nombre a periodista porque dice “que la empresa le dijo que no hable con nadie”. Tiene unos sesenta años, mal humor y no le gustan mucho las preguntas:

-¿Usted lo único que hace es ser cuidador del edificio?
- Si, yo cuido del Molino. A veces entro a ver cómo está todo. Últimamente ni siquiera eso.

- ¿Cómo está por dentro?
- Destruido, ¿como querés que esté? Tiene vigas de hormigón que se están pudriendo de a poco y las maderas que decoraban las paredes están también todas podridas. El edificio es un juntadero de ratones. A mí me gusta decir que es pura vanidad.

-¿Por qué?
-Porque es pura vanidad. Es un edificio que no vale nada. Algunos dicen que tiene historias. ¿Y qué haces con las historias? No haces nada, no sirven para nada. Yo digo que el edificio junta mugre y que en cualquier momento se cae. Unas mujeres vienen llorando, diciendo que acá se conocieron sus padres, que esto tiene historias. Al molino le agregan significados que en realidad no tiene. La única verdad es que se cae a pedazos y nadie hace nada.  

-¿Y qué piensa sobre el rumor de que el gobierno de la ciudad lo va a restaurar?
-Es todo mentira, es todo cháchara. Otros también inventan que unos extranjeros van a venir a invertir para hacer una confitería y un hotel. Todo es mentira. Nadie lo va a restaurar porque sale tres veces más caro restaurarlo que tirarlo abajo y hacer un edificio moderno. Eso haría yo: lo tiraría abajo y haría algo más moderno. 

lunes, 23 de abril de 2012

Santa Felicitas, la hermosura que recuerda el horror




En tierras donde hace dos siglos sólo había quintas, hoy se encuentra el barrio de Barracas y allí una imponente iglesia que hace honor a Felicitas Guerrero, la mujer que en 1872 fue asesinada por un pretendiente rechazado. Dante Galeazzi, el cura que hace 16 años llevó a cabo la odisea de reactivar este edificio después de 20 años de abandono, nos guía en el descubrimiento de la historia que atesora los muros de este templo.


Cuando Felicitas tenía 16 años se casó con Martín de Álzaga, un hombre de 51 años que contaba con una formidable fortuna forjada gracias a su negocio familiar: el comercio de esclavos.
 De este matrimonio nacieron dos hijos: el primero muere al poco tiempo de nacer y el segundo, Félix, muere en 1869, cuando era un niño, de fiebre amarilla. Al año siguiente, Felicitas sufre también la pérdida de su marido por lo que a la edad de 24 años queda sola y, gracias a la herencia, inmensamente rica. Con su fortuna, su juventud y su belleza, Felicitas se convierte prontamente en la dama más deseada de todo Buenos Aires.
 

“Si su hija no se casa conmigo no se va a casar con ningún otro hombre”, le dijo Enrique Ocampo a Carlos José Guerrero, el padre de Felicitas. “En esas palabras, implícitamente, está la sentencia de muerte”, apunta Galeazzi parado junto a la estatua de la mujer asesinada. Ocampo, con la excusa de devolverle cartas y regalos se entrevista con Felicitas en el chalet  inglés de la viuda, ubicado en lo que es hoy la plaza Colombia, justo enfrente de la iglesia. En esa ocasión, ante el reiterado rechazo de la viuda, Ocampo le dispara. Felicitas muere al otro día y Ocampo también. “No se sabe si se mata o si lo mata el primo de Felicitas, Cristian Demaría, quien también la pretendía”, cuenta Galeazzi.


El 30 de enero de 1876, cuatro años después del asesinato de Felicitas, se inaugura la capilla privada que sus padres mandaron a construir en su honor, en el predio donde la mataron. Fue diseñada por el célebre arquitecto Ernesto Bunge y, según Galeazzi, es “la única iglesia original en el mundo dentro del estilo ecléctico alemán”


Cuando ya no pudieron mantenerla, los herederos de Felicitas le regalaron la capilla al gobierno de la Ciudad, presidido en aquel momento por el intendente de facto Osvaldo Cacciatore. A partir de aquel momento “pusieron un candado y la iglesia estuvo cerrada 20 años a merced de los vándalos”, apunta Galeazzi. Fue este cura quien gestionó fondos –que finalmente llegaron desde Alemania- y en 1997 reacondicionó el edificio en ruinas. Desde aquel momento Galeazzi imparte misa y se encarga personalmente del mantenimiento del lugar.


Santa Felicitas en el siglo XIX











Según el mito popular, el alma en pena de Felicitas recorre la Iglesia llorando su trágica muerte, siendo uno de los célebres "fantasmas de Buenos Aires". También se dice que las mujeres que le pidan con fervor un marido lo encuentran, lo que durante años llenó esta Iglesia de jóvenes casanderas que ataban pañuelos a la reja.



Ver Iglesia Santa Felicitas en un mapa más grande




Trailer de la película Felicitas, de Teresa Costantini, inspirada en la trágica historia de Felicitas Guerrero.

miércoles, 4 de abril de 2012

Bienvenidos...




Somos un grupo de periodistas de TEA que, perseguidos por la necesidad de contar historias, hemos creado este Blog  para compartirlas. Será la eterna Buenos Aires, con sus plazas esplendorosas y sus húmedas avenidas, la protagonista de nuestros relatos. Sus árboles inmortales, sus bares centenarios  y sus memoriosos residentes serán  testigos  de los recuerdos y aventuras que ha vivido nuestra querida capital de historias.

Los relatos contarán con fotografías que los ilustren y testimonios que los acompañen. Esperamos que cada historia sea para usted, lector, una pequeña pieza que le permita formar y entender ese rompecabezas infinito que es Buenos Aires, la ciudad que nos maravilla y atrae con un lazo casi físico, casi inquebrantable.